Blog

RSS

Quién no se ha reído con los personajes de la escuela Bruguera

18-06-2021


Quién no se ha reído con los personajes de la escuela Bruguera

A menudo, los sábados nos compraban tebeos…


Los/as niños/as de los setenta crecimos junto a los personajes de Bruguera o Valenciana, que se colaron en nuestras casas y en nuestras vidas. No fuimos los únicos que disfrutamos de las aventuras del Capitán Trueno, del Jabato o del Hombre de Piedra; no fuimos los únicos que reímos con Zipi y Zape, Mortadelo y Filemón o Carpanta… Nuestros padres conocieron en los cuarenta y cincuenta la época dorada del tebeo, un entretenimiento barato y accesible a amplios sectores de la población.


Una de las publicaciones más populares y longevas de la historieta de humor española fue la revista Pulgarcito, surgida en Barcelona en 1921, en el seno de la editorial El Gato Negro (que en 1942 pasaría a denominarse Bruguera, apellido de sus propietarios y fundadores) y desaparecida -ya en Ediciones B- entre finales de los años ochenta y comienzos de los noventa.


Como otras cabeceras, Pulgarcito acogió a una pléyade de “dibujos animados” que conformaron el imaginario colectivo de un público transversal, que siempre se mantuvo fiel a unos sujetos y a unas peripecias que, junto al cine, tanto hicieron por distraer a la sociedad. A partir de los años ochenta, con la crisis definitiva de Bruguera, culminó el declive del tebeo considerado “tradicional”, un producto propio surgido en la posguerra que, durante décadas, llenó de aventuras y chistes los ratos de ocio de nuestros padres y abuelos.


Entrar al kiosco era siempre una aventura tan cotidiana como feliz. A menudo recordamos con nostalgia aquellas estanterías y mostradores repletos de colores, texturas y formas, un escenario de fantasía que nos esperaba a la salida del colegio.


El Museo Escolar de Pusol conserva una importante colección de tebeos, entre la que sobresalen decenas de números de Pulgarcito, la mayor parte de ellos posteriores a la década de los años cincuenta. Junto a la veterana publicación, manteniendo su cabecera y periodicidad originales -era semanal-, aparecieron Súper Pulgarcito, Gran Pulgarcito o Mini Pulgarcito, entre otros formatos y experiencias editoriales con los que procuraron aumentar el número de sus lectores/as.


Desde el museo, nos adherimos a la conmemoración del centenario de Pulgarcito, exponiendo -hasta el 18 de julio- una pequeña selección de los fondos que conserva de esta publicación. Esperamos sea de su agrado.


Autor: Rafa Martínez, director del Proyecto Pusol.

¿Quiéres conocer todas nuestras novedades?

¡Suscríbete a nuestra newsletter!


Mecenazgo

Mecenazgo

Multimedia

Multimedia

Multimedia

Colecciones

Premios y reconocimientos



Top